miércoles, 25 de enero de 2012

INJUSTA JUSTICIA

Al dueño de Megaupload, Kim Schmitz, podrían caerle hasta 50 años de cárcel por facilitarnos que, por ejemplo, nos pongamos al día con nuestras series favoritas. Mientras, al asesino material de la joven Marta del Castillo, Miguel Carcaño, solo lo han condenado a 20 años prisión. Dos décadas que pasará bajo un techo que lo cobija del resto de la sociedad, de miradas tan asesinas como sus acciones. Dos décadas con comida caliente todos los días, con un lecho sobre el que dormir cada noche. Si es que puede. Quizás alguien me tache de inhumana, pero yo cambiaría esa rutina penitenciaria por 24 horas diarias de tortura despiadada hasta que dijese de una vez dónde está el cuerpo sin vida de Marta.


Matar sale barato. Tal y como están las cosas, uno no puede más que rezar cada noche para que nunca llegue a verse envuelto en un caso semejante al de la joven sevillana. Cuando le hacen tanto daño a un ser querido y le quitan la vida, no hay pena para el culpable que te lo vaya a devolver. Si bien, tienen que ser duro que el culpable de esa muerte se ría en tu cara, contradiciéndose continuamente sobre la ubicación del cadáver de la chica, y que la justicia no haga nada para impedírselo, sino que le ría las gracias y encima absuelva a otros presuntos encubridores o coautores del delito.


Y mientras cosas así ocurren, parece que hay delitos que son más graves que acabar con la vida de una persona. Vale que la propiedad intelectual es necesaria, pero a mí no me parece tan grave que desde nuestro ordenador nos bajemos música, películas o series para uso particular. Vale, igual deberíamos consumir los productos originales, pero los precios no ayudan. Desde la llegada del euro, hace ya diez años, una entrada de cine cuesta más del doble.


Al igual que otras muchas personas, no puedo gastarme casi 8 euros cada vez que quiera ver una película de estreno. Y la verdad es que no suelo bajarme películas de las que están en cartelera porque me gusta verlas con calidad de imagen y sonido, suelo esperar a que estén en DVD y las alquilo. Sin embargo, no tengo reparos en bajarme un capítulo de una serie que me perdí. Eso no creo que perjudique a las televisiones, es más, las beneficia. Cuando sigo una serie, me gusta seguirla de principio a fin. Me da mucho coraje perderme algún capítulo, así que lo grabo o luego me lo descargo. Si no pudiera bajármelos de internet, seguramente dejaría de ver la serie.

Pues bien, gracias a una compleja operación internacional del FBI el dueño de Megaupload y sus socios están entre rejas y nosotros nos hemos quedado con series a medio ver. Ahora se rumorea que el FBI quiere cerrar Youtube, o al menos eliminar todos aquellos contenidos que puedan estar sujetos a los derechos de autor. ¡Con la de delitos mucho más importantes que hay para perseguir! A mi juicio, un golpe más a una nueva forma de cultura. Adiós a las versiones que músicos anónimos hacen de temas conocidos y que a veces superan al original. A lo mejor es eso lo que les molesta. Por ejemplo, aquí en España, Ramoncín ha sido un gran defensor de la lucha contra la piratería, cuando nisiquiera soy capaz de recordar una canción suya. ¿Lucha por la propiedad intelectual o envidia de que otros lo hagan mejor que tú y encima de gratis, sin preocuparles tanto cobrar por hacer algo que les apasiona?

Noticias relacionadas en: RTVE, Territorio Digital, Antena 3, Youtube y Wikipedia.

jueves, 22 de diciembre de 2011

SI YO FUERA RIC@...

Hoy es un día para soñar. Dentro de unas horas, los niños de San Ildefonso comenzarán a entonar el repiqueteo de cifras que da por inaugurada oficialmente la Navidad. Detrás de cada número que cantan hay un premio y detrás de cada premiado miles de ilusiones. ¿Para qué negarlo? Aunque sepamos que la probabilidad de que nos toque algo en el sorteo de la lotería de Navidad es solo de un 5,30% (y encima este año es menor que el anterior, al haber más números en el bombo), a la mayoría nos gusta pasar la mañana de hoy pegados a la radio o al televisor, soñando con que uno de esos resabiados niños canta nuestro número. Todos vivimos el día de hoy de una forma parecida y nuestros sueños también son similares. Ahí van unos cuantos:



HIPOTECA: ¿Quién no sueña con una vida sin hipotecas? El premio gordo, que este año es más gordo que nunca, será de 400.000 euros. Una cantidad que permite bien anular la hipoteca o bien no llegar a sufrir en las propias carnes el significado de una palabra que con solo pronunciarla asfixia mentalmente. Yo estoy en este último grupo. Si me tocase la lotería, aunque fuese el dinero justo para un piso, tendría el privilegio de pagarlo así al "pum pum" para vivir lejos del temido euribor y holgadamente sin necesidad de caer en negocios sucios como los de Urdangarín, quien en 2005 declaró sentirse "algo apurado" para llegar a final de mes. ¿Qué sabrá él de sentirse apurado? Me parece una falta de respeto contra cualquier economía doméstica media.



TRABAJO: Sé que la mayoría dice eso de "como me toque hoy la lotería, me quito de en medio y mi jefe ya no me ve más el pelo". Llámenme masoquista, pero no me imagino mi vida sin trabajar. No le daría la razón al conde de Salvatierra, Cayetano Martínez de Irujo, quien hace unos días dijo algo así como que los andaluces somos unos vagos. Otro que cree saber mucho sobre la vida real sin haber vivido nunca en ella. ¿Qué sabrá este tío de lo que es trabajar si se lo ha encontrado todo hecho desde que nació? Aunque personalmente no dejaría de trabajar si me tocase la lotería, he de reconocer que con unos cuantos millones en el banco, el concepto de trabajo sería diferente. Trabajaría en lo que me gusta, donde y cuando me apetezca. Trabajaría para disfrutar con lo que hago, no gratis, ni por dos duros, pero tampoco con la presión de tener que trabajar más horas de las que tiene el día para pagar las facturas.



VIAJES: Ni que decir tiene que buena parte de los españoles soñamos con que nos toque la lotería para disfrutar el premio en un viaje en buena compañía o en solitario, según los gustos de cada cual, con todo pagado. Destinos hay tantos como lugares en el mundo. ¿Los míos? Florida, Nueva York, París, Roma, Venecia, Islas Griegas...



CIRUGÍA ESTÉTICA: Hay quien con el dinero de la lotería se haría un arreglo aquí o allá. No estoy yo en este grupo, pero cada uno es libre de hacer con su premio lo que quiera: aumento de pecho, rinoplastia, implantes en los glúteos, lifting... las posibilidades son infinitas hoy día y los aficionados al bisturí parece que no son capaces de echar el freno. Sin ir más lejos, el otro día la cantante Alaska dijo en televisión que le gustaría tener más pecho y más culo, pero ¿dónde piensa metérselos si a simple vista ya no le caben más? Yo, como mucho, me quitaría la miopía.


REGALOS: A uno mismo y a los demás. En este grupo de sueños suelen entrar los coches y, si el premio da para mucho, una casa para otra persona de la familia. Yo regalaría a mis padres una casa en la playa y a mí misma un coche, eso sí, normalito, que tampoco me pirran los cuatro ruedas. Hay quien se regalaría un barco o un helicóptero, aunque tampoco son opciones para una persona como yo, que se marea yendo de copiloto en el coche.



En fin, las opciones y los sueños son infinitos. Sin embargo, mientras escribo todo esto, me da por pensar en las personas que hoy tienen un sueño diferente. En aquellos que solo piden que un ser querido que se encuentra enfermo se recupere pronto y vuelva a ser el que era un día. En aquellos a los que les gustaría no haber perdido para siempre a alguien antes de tiempo, demasiado pronto, aunque hayan fallecido a causa de la edad. Pensando en ellos, doy más valor que nunca al dicho popular de que el 22 de diciembre es el "Día de la Salud" para quienes no han recibido el regalo de la diosa Fortuna. Si no toca, siempre nos quedará la salud, un bien tan valioso que a algunos les gustaría que cayera de pronto desde el cielo fruto de un golpe de suerte. Suerte a todos.


Noticias relacionadas en: Europa Press, Estrella Digital, El País, Europa Press.

sábado, 26 de noviembre de 2011

¿POCAS O MUCHAS LUCES?

Pués qué os queréis que os diga, a mí me encanta que adornen las calles por Navidad. En Málaga, como me imagino que ha pasado en otras ciudades españolas, se ha abierto un año más el debate sobre la necesidad o no de los ardornos en época de crisis. Muchos sostienen que el dinero invertido en embellecer farolas, árboles y plazas durante las fiestas podría dedicarse a otras cosas más necesarias. Yo opino que, al menos, el alumbrado navideño lo disfrutramos todos (o al menos aquellos que saben disfrutar y no los que viven amargados), mientras que los sueldazos de los políticos solo los disfrutan ellos. Ahí es dónde habría que recortar.



Quizás nadie se ha parado a pensar que mientras en la mesa del más común de los mortales este año no habrá sitio para el jamón o el marisco, algunos comerán lo mejor de lo mejor el día de Nochebuena. Y todo el año, porque los sueldazos, las dietas, los viajes y los coches oficiales son parte de la rutina de la clase política. A menor o mayor escala, desde la municipal hasta la estatal. Esos son privilegios de los que disfrutan porque sí, hagan o no hagan bien su trabajo, ya que tienen una legislatura de sueldo fijo cada mes, como mínimo, porque hay veces en las que ganan el premio de Nescafé: un sueldazo para toda la vida.


Y mientras el resto si no llegamos a nuestra hora al trabajo, si no cumplimos con lo que nos mandan o si robamos dinero de la empresa nos vamos a la calle tan pronto como canta un gallo. Pienso que se debería controlar más la eficacia de los políticos y más en una situación como la que atraviesa el país, decirles: "Si este mes no creáis X puestos de trabajos, no cobráis". No me valdría la excusa de: "Es que no hay dinero". Porque el dinero podría sacarse de sus sueldazos, sus diestas, sus viajes, sus coches oficiales y sus pagas extra de Navidad que, por cierto, deben ser bastante sustanciosas y en lugar de ponerlas sobre la mesa, se cuestiona la necesidad de los adornos navideños.


Pues yo pienso que las luces son necesarias, más aún ahora, porque ilusionan. Y la ilusión es algo que hoy día se cotiza tan alto como el oro. ¿Quién no ha mirado alguna vez toda la perspectiva de la calle Larios y ha dicho: "OOOOhh, ¡qué bonito!". Quién conteste de forma negativa, una de dos: o miente o no sabe ser feliz. También hay que tener en cuenta que el alumbrado incita al consumo y supone un aliento para los comerciantes. Vale que podrían haber hecho el apaño y volver a colocar los adornos del año pasado, pero si el Ayuntamiento ha renovado las de calle Larios es porque se lo puede permitir. Tal vez sea un regalo sorpresa para todos los ciudadanos a cambio de todas las tonterías que a veces estamos obligados a soportar a los políticos durante el año.


Dentro de media hora (sábado 26 de noviembre, a las 18.00 horas, antes que ningún otro año), las luces de Navidad iluminarán a Málaga y harán felices a todos los malagueños, residentes y turistas. ¿A todos? Sí, a todos. A los que les gustan, porque sí. A los que prostestan, porque quizás estar de malhumor y odiar la Navidad es su forma de ser felices. Por cierto, en este último grupo también habría que meter a la oposición en el Ayuntamiento de Málaga, que también se ha mostrado en contra del gasto en alumbrado. A ver si lo todo lo que les pasa es que están envidiosos porque no tienen un sueldazo tan alto como el de los que gobiernan el Consistorio.


PD: El Ayuntamiento de Málaga se ha gastado este año en alumbrado navideños 840.000 euros, 100.000 menos que el año pasado. Con esto se demuestra que cuando realmente quieren ahorrar lo consiguen. Esos 100.000 euros deberían destinarlo a la creación de empleo o a ayudar a familias sin recursos.


Noticias relacionadas en: Diario Sur y La Opinión de Málaga.


La opinión de los malagueños sobre el alumbrado en Surtv.es

viernes, 7 de octubre de 2011

MUJERES AL PODER

Llego con retraso, lo sé. Pero no fue hasta ayer que me enteré de la existencia de una fotografía de Mariano Rajoy con cinco empresarios. Cuatro hombres y una mujer. La paridad no existe. Ya por ahí vamos mal, pero para más inri la única mujer que aparece en la instantánea sostiene un bizcocho, mientras que los hombres llevan aparatos tecnológicos o maquetas. Que no se moleste nadie, pero pienso que es una estrategia más. ¿Para qué? para invisibilizar las posibilidades de una mujer en el ámbito laboral porque los hombres tienen miedo.Saben que somos mejores que ellos en el trabajo.

Es verdad que si leemos el texto que acompaña a la fotografía (el reportaje "El futuro de España", publicado en La Razón), se justifica que la mujer, María Navascués, porte el bizcocho: tiene una pastelería. Perfecto, pero creo que hay mujeres trabajadoras en otros muchos sectores, no creo que ese sea el más representativo. ¿Por qué no han puesto entonces a un hombre con una llave inglesa puesto que hay muchos mecánicos? Claro, queda más glamuroso verlos enchaquetados y engominados. Además, esta chica resulta que es arquitecta y que como no encontraba trabajo de lo suyo, montó un obrador de pastelería creativa. Es una opción tan digna como cualquier otra, yo misma no descarto algún día trabajar en un taller de manualidades en lugar de en el periodismo, pero ¿alguien ha reflexionado sobre por qué no encontró trabajo como arquitecta?


Yo no conozco a María, pero una de las hipótesis que se me vienen a la cabeza es que aunque afortunadamente la mujer está plenamente incorporada al mercado laboral, los jefes siguen siendo hombres. Bien porque son más mayores y llevan más tiempo en la empresa que las féminas o bien porque éstas terminan renunciando a los altos puestos cuando el reloj biológico empieza a repicar tan fuerte como las campanas de una iglesia.


Pero ¿sabéis qué es lo peor? que en muchas ocasiones son las mujeres las que sacamos las castañas del fuego a los empresarios. No digo que no haya trabajadores válidos, que lógicamente los hay y muchos, pero nadie me puede negar que las mujeres no somos más capaces de llevar varios asuntos al mismo tiempo. En el trabajo, hacemos mil funciones a la vez, sin olvidar todas las obligaciones que tenemos en casa y sin permitir que éstas afecten a nuestro rendimiento. Mujer trabajadora, por partida doble. O triple.


Los empresarios siguen teniendo a su favor un arma muy potente. Mientras sigan sin hacer posible que una mujer compagine sus labores como trabajadora y madre (por mucho que los padres colaboren cada vez más, una madre es una madre), no podremos estar al mismo nivel. Y, no es por nada, creo que las cosas irían mucho mejor en el mundo si las mujeres tuviésemos el poder. No hay más que ver como un ama de casa estira el presupuesto familiar para llegar a final de mes. Otro gallo nos cantaría.


Noticias relacionadas en La Razón.

miércoles, 5 de octubre de 2011

CON LA BUROCRACIA HEMOS TOPADO

Por fin tengo mi informe de vida laboral actualizado entre mis manos. Me ha costado tanto conseguirlo que me debato entre ponerme a llorar de la emoción o enmarcarlo para colgarlo en la pared de mi cuarto. No es que sea la primera vez que tengo una vida laboral (la recibí por primera vez la primera vez que coticé a la Seguridad Social, allá por el año 2011) y por eso me hace ilusión recibirla. Para entender el por qué de mi emoción, relataré el periplo burocrático que he pasado para conseguirla.



Lunes 3 de Octubre, 15.30 horas:

Me entero de que para un trámite que he de formalizar el jueves por la mañana, tengo que entregar un informe de vida laboral actualizado. A esas horas, era imposible hacer ya nada ese día. De todas formas, no tenía por qué preocuparme. A veces familiares míos habían necesitado conseguir ese documento y se lo habían dado en el mismo momento en una oficina de la Tesorería General de la Seguridad Social.

Martes 4 de Octubre, 10.30 horas:

Ilusa de mí, me presento en la oficina de la Seguridad Social más cercana a mi casa y mi pido mi vida laboral actualizada. Cual fue mi sorpresa, que en lugar de dármela, me entregan un resguardo en el que me dicen que me la enviarán a casa por correo ordinario. Si en nueve días hábiles no me ha llegado, puedo reclamar e ir al día siguiente a recogerla a la oficina. Viendo que más de uno hacía cola para recoger la vida laboral que no le había llegado por correo y con las prisas de que la necesito para el jueves, pregunto: "¿No hay forma de conseguir el informe ah9ora mismo?". La funcionaria de turno me mira como si le hubiese pedido que resolviera una ecuación con mil incógnictas, sin calculadora y en menos de un minuto. "Si tienes el DNI electrónico y el PIN te lo puedes levar ahora mismo, ahí fuera hay una máquina donde la puedes ver e imprimir", me dice, finalmente.

Pues nada, me siento en esa "máquina" misteriosa a la que se refería la funcionaria y que no era más que un ordenador convencional conectado a una impresora, u teclado y un ratón. Si viniera a mi casa y viese que además tengo enchufados al pc dos altavoces, un scanner, un disco duro externo, un lector de tarjetas y un multiplicador de USB, seguramente se echaría las manos a la cabeza y pensaría que tengo una "supermáquina" en la que puedo hacer hasta viajes astrales. Perdón, que me desvío del tema. Me siento en el ordenador, inicio sesión y cuando intento entrar en el web de la Seguridad Social (el único icono que había en el escritorio), me dice que no tengo los suficientes privilegios. Miro a mi alrededor y no hya nadie para ayudarme. Voy en busca de la funcionaria que me atendió antes. Tampoco supo arreglar la "máquina" y me invitó a regresar más tarde o ir a cualquiera de las otras dos oficinas de la Seguridad Social que existen en Málaga.

Martes 4 de cotubre, 12.00 horas:

Tras coger el autobús, llego a otra oficina de la Seguridad Social. Me voy directa al ordenador con lector de DNI electrónico. Estaba apagado, así que me temí que estuviese averiado. Le pregunto a un funcionario y, mucho más amable y atento que la anterior, me lo enciende y se pone el mismo a solicitarme el informe de vida laboral. El sistema me pide el PIN de mi DNI electrónico. Con suerte, logro recordar el que le puse hace cuatro años, cuando me lo saqué. En el último paso del trámite, el ordenador pierde la conexión a internet. "Vuelve en un rato y lo intentas de nuevo, me dice el funcionario".

Martes 4 de octubre, 13.00 horas:

Allí estaba yo otra vez, pero esta vez no estaba sola. Junto al ordenador había una chica. Era la quinta vez que se encontraba en la oficina para pedir la vida laboral en el momento. En una hora s ele agotaba el plazo para entregarla junto a otros documentos para realizar un trámite. Había tenido que pedir un cambio de turno en su trabajo cinco días para hacerse con una vida laboral que no le terminaba de llegar porque la conexión a internet del ordenador iba cada vez más lenta y daba cada vez más errores.

Terminó por atendernos a las dos el director de la oficina. Un funcionario de los que ya no quedan. Es cierto que decir que todos los funcionarios son unos ineptos es como afirmar que todos los periodistas somos unos manipuladores de la información, pero la verdad es que la inmensa mayoría de los trabajadores públicos no rebosan ganas de trabajar por sus poros. En fin, que el director de la oficina y dos funcionarios más nos estuvieron atendidendo a las dos e intentando solucionar el problema. Y, digo yo, supongo que ya no dan la vida laboral en el mismo momento para ahorrarse colas, pero ¿no es peor que tras fucionarios pierdan una hora en atender a dos personas?

Y encima luego dicen que la implantación del DNI electrónico no termina de cuajar. Qu aunque España es líder del mundo en usuarios con este documento, los ciudadanos no lo utilizan porque no saben para qué sirve ni cómo se usa. Pero, ¿alguien les ha enseñado? Sin la formación adecuada, no creo que tenga tantos moños como se le pone. De hecho, al final no pude conseguir la vida laboral con el DNI electrónico porque tenía caducado el certificado digital (que no el DNI; que me caduca en 2013) desde el mes de mayo. Pero nadie me avisó de que debía renovarlo.

Miércoles 5 de octubre, 10.30 horas:

En fin, al final, el director de la oficia se ha apiadado de mí y hoy me ha dado mi informe de vida laboral actualizado, después de pedirlo ayer. Me lo ha dado con la condición de que fuese a la Comisaría Provincial de Policía y renovara mi certificado digital para que no me pase lo mismo la próxima vez. He cumplido y lo he renovado en menos de cinco minutos. Espero que la Administración también cumpla y elimine tanta burocracia.

Noticias relacionadas en: Expansión y Xornal de Galicia.

lunes, 3 de octubre de 2011

LAMENTARSE O VIVIR

Perdón por no avisar, pero tuve que "cerrar" el blog durante los tres últimos meses. Y no piensen que fue por vacaciones. Todo lo contrario. Los dos primeros meses lo cerré por trabajo. Mis impulsos por escribir ya estaban satisfechos y se transformaban en un pequeño o gran espacio del periódico de cada día. El mes siguiente, septiembre, podría haber seguido escribiendo, pero lo empleé en reponerme mentalmente del palo que supone verme en la cola del paro por enésima vez.


Si durante el recién acabado mes de septiembre hubiese escrito en el blog, éste se hubiera convertido en un auténtico muro de las lamentaciones. De mis propias lamentaciones. "No tengo trabajo", luego "No tengo dinero", luego "No puedo comprarme un coche en sustitución del mío, que tiene 13 años y está todo el día en el taller", "Ni puedo comprarme una Blackberry blanca con conexión a internet", etc.


Tonterías. Me ha costado, pero me he dado cuenta de que lamentarse es perder el tiempo y el tiempo es lo más valioso que tenemos. Le damos demasiada importancia a lo material. Cierto es que obtener dinero no es lo único que importa del trabajo (mi experiencia como becaria lo demuestra), también está todo eso de sentirse realizado y valorado. Sin embargo, todos caemos alguna vez en el error de darle demasiada importancia a los euros, que, sin duda, no son sinónimo de la felicidad cuando se tienen las necesidades más elementales cubiertas. Deberíamos aprender de los niños, que viven ajenos de problemas laborales y económicos. Según un estudio de la Universidad Complutense de Madrid, un 85% de los niños españoles aseguran ser felices


La felicidad está en otras cosas que nada tienen que ver con el vil metal. Cada uno la encuentra en sitios diferentes, pero suelen coincidir con la compañía de otras personas que nos hacen la vida más agradable o con el empleo de nuestro tiempo en actividades que nos divierten y que no tienen por qué costarnos un duro. Y si se combinan ambas cosas, el resultado ya puede ser maravilloso.


Pienso que todas esas cosas nos acompañarán siempre. El dinero, se quedará en los bancos o en las huchas. No vendrá con nosotros al más allá y tampoco creo que allí nos haga mucha falta. Por eso, cuando llegue mi hora, no me gustaría arrepentirme de todo el tiempo que perdí en lamentarme de lo que no tenía en lugar de disfrutar de lo mucho que tenía. Carpe diem.


Noticias relacionadas en: padresonones.es

miércoles, 29 de junio de 2011

FIESTA SILENCIOSA

Hay términos que por mucho que avancen las nuevas tecnologías no terminan de casar. Como fiesta + silencio. En el barrio madrileño de Chueca, la celebración del Orgullo Gay comenzará esta noche con un concierto silencioso que cada persona podrá seguir de forma individual a través de unos auriculares. Patético. Lo primero, a un concierto no se va sólo a escuchar música, sino a compartir con la gente de alrededor risas, bailes y miles de anécdotas. Lo segundo, esto no es más que una muestra de que las nuevas tecnologías nos alejan del contacto cara a cara con el resto de personas.





Todo eso por no hacer ruido, por no molestar. Será que con los años nos hemos vuelto más delicados, ya que cuando no había discotecas (perdón por el arcaísmo, ahora se llaman "salas") las fiestas se hacían en la calle y se llamaban verbenas. Tampoco hay que remontarse tanto en el tiempo, ya que aún recuerdo las fiestas que se celebraban en mi barrio con la llegada del verano. Música, actuaciones, atracciones de feria, gente, comida que en casa no sabe igual...Todo debajo de mi balcón y sobreviví a ello, no me paso nada, no perdí audición, al contrario es uno de los mejores recuerdos de mi infancia.

Por lo general, ese tipo de fiestas sólo ocupan unos días al año y me dan pena que se terminen perdiendo por un grupo de vecinos amargados e incapaces de sacrificar una noche de sueño al año por el disfrute de los demás.

Ahora son los auriculares, ¿qué será lo próximo? ¿Sustituir los conciertos y fiestas al aire libre por quedadas en Facebook, Tuenti o Twitter? ¡No, por Dios! ya da bastante pena ver a los adolescentes intercambiándose su nombre en redes sociales entre ellos para ligar en internet en lugar de hacerlo cara a cara. Hay cosas que no deberían perderse nunca.


Noticia relacionada en El País.